domingo, 18 de junho de 2017

O FOGO ANUAL




Um terrível incêndio no concelho de de Pedrógão, alastrando aos concelhos vizinhos, originou esta madrugada uma tragédia de indescritíveis proporções, com dezenas de mortos e feridos.

Aventa-se que não terá existido mão criminosa na origem do fogo, mas todos os anos se repetem cenas semelhantes por todo o país. Algo não estará bem no ordenamento florestal, na limpeza das matas, na dotação às populações e aos organismos competentes de meios eficazes de combate aos incêndios.

Acresce que Portugal sobrevive neste momento com temperaturas superiores às dos próprios países do Golfo, conhecidos pela sua inabitabilidade estival. O que só facilita a propagação das chamas.

Espera-se que após a sepultura dos mortos, a protecção dos sobreviventes, a possível rconstrução das áreas destruídas, se olhe, DEFINITIVAMENTE, se algo de definitivo existe neste mundo, para as condições que permitem semelhantes catástrofes e se dote o país dos meios indispensáveis para lhes fazer face.

Não basta a abnegação dos bombeiros e dos populares, os donativos das instituições, os lamentos dos governantes, as intermináveis e repetitivas reportagens televisivas, as mensagens dos estadistas estrangeiros.

Nós teremos a obrigação de chorar os mortos mas igualmente o dever de exigir aos vivos a adopção de medidas drásticas que evitem semelhantes situações.


quarta-feira, 14 de junho de 2017

A DECADÊNCIA




O filósofo francês Michel Onfray publicou recentemente Décadence - Vie et mort du judéo-christianisme, obra polémica como é timbre do autor.

A propósito, Onfray concedeu a "L'Obs" (nº 2743, 1 a 7 de Junho 2017) uma interessante entrevista de seis páginas onde afirma, entre muitas coisas:

1) L'élection d'Emmanel Macron a été orchestrée par un "système" mis en place par la finance mondialisé.

2) Je ne vote plus. Il y a une rupture de confiance entre les politiques et le peuple.

3) Il fallait qu'Hamon l'emporte a tout prix pour satisfaire les interêts de certains au PS.

4) Le capital a interêt à aider des gens de droite qui se présentent comme de gauche.



Nesse mesmo número, Gérald Bronner, infeliz professor em Paris-VII, contra-ataca ridiculamente, considerando as teses de Onfray como "conspirationisme en contrebande".

A entrevista de Onfray é estimulante. O livro de Onfray, com mais de 600 páginas, será lido oportunamente.

domingo, 11 de junho de 2017

JUAN GOYTISOLO




Morreu no passado dia 4, em Marrakech, com 86 anos de idade, o escritor Juan Goytisolo, uma das mais brilhantes figuras da literatura espanhola contemporânea. O seu enterramento teve lugar no dia seguinte, no cemitério civil de Larache (próximo de Tânger), tendo a sepultura sido colocada ao lado da de outro grande escritor, o francês Jean Genet, que tendo morrido em Paris, expressou igualmente o desejo de ser inumado em Marrocos.

Sobre Juan Goytisolo, escrevi aqui, o ano passado, um texto a propósito dos dois volumes que podem ser considerados as suas "memórias".

Creio que a comunicação social internacional, ocupada com as intrigas da pequena política dessa "bola de lama, a Terra" (como escreveria António Nobre no ), pouca ou nenhuma importância dedicou ao passamento de tão notável figura.

Por isso, transcrevo a notícia de "El País", publicada ontem:




Goytisolo en su amargo final

La imposibilidad de escribir y la necesidad de dinero para costear los estudios de sus ahijados deprimieron al escritor





Juan Goytisolo, en noviembre de 2014 en su casa de Marrakech con su ahijado Jalid.

Bernardo Pérez


Hace tres años Juan Goytisolo apenas contaba con medios para subsistir. Le era imposible costear los estudios de sus tres ahijados, algo que se había convertido en su razón de vida. Le fallaban las fuerzas para emprender una obra de envergadura y en abril de 2014 escribió el siguiente documento: “Mi decisión de recurrir a la eutanasia a fin de no prolongar inútilmente mis días obedece a razones éticas de índole personal. Desaparecida la libido y con ella la escritura, compruebo que ya he dicho lo que tenía que decir. Tampoco mi cuerpo da para más. Cada día constato su deterioro y antes que ese declive afecte a mi capacidad cognitiva prefiero anticiparme a mi ruina y despedirme de la vida con dignidad”. Y seguía: “La otra razón de la eutanasia es la de asegurar el porvenir de los tres muchachos cuya educación asumo. Me parece indecente malgastar los recursos limitados de que dispongo, y que disminuyen a diario, en tratamientos médicos costosos en vez de destinar este dinero a completar sus estudios. Por todo ello, escojo libremente la opción más justa conforme a mi conciencia y respeto a la vida de los demás”.

Goytisolo escribía siempre a mano y a mano firmó el documento. Se lo pasó al ordenador la persona que solía transcribirle muchos textos, Rafael Fernández, un profesor del Instituto Cervantes de Marrakech que murió de cáncer ese mismo año. Goytisolo estaba obsesionado con la educación de sus tres ahijados: Rida, que ahora tiene 23 años, Yunes, también 23, y Jalid, 18. Rida es hijo de su gran amigo Abdelhadi y los otros dos son hijos de Abdelhaq, hermano de Abdelhadi. Todos ellos, más la esposa de Abdelhaq, vivían con Goytisolo en un antiguo hostal, que el escritor compró en 1997. Formaban lo que él llamó su “tribu” y su tribu lo cuidó hasta el final.

En 2004 comenzó a tener dificultades económicas. El entonces director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, le facilitó giras de conferencias en la institución e intercedió para que le encargasen cursos de verano. A partir de 2007 EL PAÍS pasó de abonarle los 250 euros que cobraba por artículo a asignarle una mensualidad de 3.000 euros. El sueldo lo percibió en Marruecos hasta el último momento, aunque no escribiera. “Una vez descontados los impuestos, le llegaban 2.200 euros, lo indispensable para vivir”, señala alguien próximo. Las fuentes que aparecen en este artículo sin nombre y apellido solicitaron expresamente mantenerse en el anonimato.

En 2014 Goytisolo asumía que su cuerpo no daba para más. Tenía 83 años, pero lo peor quedaba por venir. Siete meses después de escribir el documento de la eutanasia, en noviembre de 2014, se anunció la concesión del premio Cervantes, el más importante en lengua española, dotado con 125.000 euros. El problema es que Goytisolo se había opuesto en varias ocasiones a ese galardón. En enero de 2001, tras anunciarse el premio para Francisco Umbral, Goytisolo publicó un artículo en este diario titulado Vamos a menos donde criticaba “la putrefacción de la vida literaria española” y “el triunfo del amiguismo pringoso y tribal”.

Goytisolo terminó aceptando el premio y ese hecho le hundió más en su depresión. Porque continuaba sin fuerzas para escribir y era consciente de que se había contradicho al aceptarlo. Sus íntimos insisten en que ni le deslumbraron los focos ni le atrajeron los honores. Pero ahora que contaba con dinero para los muchachos ya no le encontraba sentido a seguir viviendo. La víspera del 23 de abril, fecha de la entrega solemne del premio en Alcalá de Henares, llamó en Madrid a un amigo para que lo ayudara a comprarse un traje. Solo disponía de una corbata y decía que no conjuntaba con la camisa. Cuando el amigo llegó al hotel le dijo que no tenía fuerza ni ánimo para salir a la calle. Su familia deseaba hacerse una foto con los reyes de España. Pero él estaba tan perdido que no solo se olvidó de la foto , sino que al concluir el acto reparó en que ni siquiera había saludado a los reyes en su discurso.

Fractura de fémur

“Nunca cometió la vileza de decir que aceptó el premio por dinero”, recuerda un allegado. En 2016, una persona que sabía de su depresión lo invitó a París a pasar unos días. Goytisolo le entregó el documento de la eutanasia. Tras leerlo, le dijo: “Como amigo te pido que no lo hagas. Porque estos muchachos, aparte del dinero, tienen derecho a tenerte ahí. No se trata solo de que les pagues la carrera. Dicho esto, si quieres seguir adelante, entonces vámonos a un notario y lo dejamos todo resuelto para tu sucesión”.

Pero Goytisolo no fue al notario. Esa misma noche de principios de marzo lo llamó Carole, hija de su esposa, Monique Lange, escritora fallecida en 1996. Carole tenía 56 años, se había separado de su marido y pidió una suma al escritor. Juan Goytisolo, que otras veces la había ayudado, en ese momento le dijo que no disponía de fondos. No obstante, quedaron para cenar al día siguiente.
"Desaparecida la libido y con ella la escritura, compruebo que ya he dicho lo que tenía que decir. Tampoco mi cuerpo da para más"

Pero ese día, al mediodía, Goytisolo recibió la noticia de que Carole se había suicidado. “Esa noche estuve con él”, relata este amigo, “y fue horroroso. Estaba ausente, con cien años más encima. Apenas podía caminar. Decidió volver a Marrakech al día siguiente, sin esperar el entierro de Carole. La familia de Carole estaba muy ofendida por el hecho de que no se quedara al entierro. Pero Juan estaba hundido”. El autor de Juan sin Tierra volvió a Marrakech. Tres semanas después, coincidiendo con la Semana Santa de 2016, se cayó al bajar las escaleras del café de la plaza Yemáa el Fna donde solía acudir cada tarde. Se fracturó el cuello del fémur. Ingresó en la Polyclinique du Sud, aunque su seguro solo tenía validez en el Hospital de Barcelona.

Como su empeño era gastar el mínimo dinero posible en sí mismo con tal de dárselo a sus ahijados, Goytisolo se empeñó en salir de la clínica al cabo de dos días. Los médicos se negaban, porque padecía insuficiencia respiratoria y flebitis. Y además, sufría unos dolores espantosos a causa de la rotura del fémur. Sin embargo, se marchó del centro. Y esa misma noche, en su hogar, quedó al borde de la muerte. El embajador de España en Rabat, Ricardo Díez-Hochleitner, y la cónsul honoraria de Marrakech, Khadija Elgabsi, lograron que la clínica lo readmitiera, aun sin pagar la garantía. Quienes lo vieron salir aquella noche de casa en camilla por los callejones de la medina aseguran que iba más muerto que vivo.




Carta del autor de 'Señas de identidad', firmada en abril de 2014, que empieza así: "Mi decisión de recurrir a la eutanasia a fin de no prolongar inútilmente mis días obedece a razones éticas de índole personal”.


Goytisolo solo aguantó tres días en el centro médico. Sin embargo, lograron convencerle para que tratarse sus enfermedades con el seguro en España. Llegó a Barcelona en abril de 2016 y permaneció un mes internado. Varios amigos, miembros de su familia española, como su sobrina Julia —musa del poema Palabras para Julia, de José Agustín Goytisolo— y empleados de la agencia literaria Carmen Barcells se turnaron para cuidarlo en el Hospital de Barcelona y en un centro de rehabilitación. Con todo, él quiso regresar a Marrakech. 

Estuvo varios meses con la movilidad bastante reducida. Y el 18 de marzo de 2017 sufrió un ictus cerebral. Entró por urgencias en la Clínica Internacional de Marrakech. “Los médicos me dijeron que lo más probable era que muriese a lo largo de la madrugada”, relata la cónsul honoraria de Marrakech, Khadija Elgabsi. “Sin embargo, por la mañana recobró la conciencia y me pidió hablar con su amigo José María Ridao”. Contactado por teléfono en París, el escritor y diplomático comenta que Goytisolo estaba un poco desorientado esa mañana. “Me contó lo mal que lo había pasado. Hablaba con una leve dificultad, pero su voz era firme”.

Una vez más, Goytisolo decidió marcharse. Dejó el hospital a los tres días, contra el criterio de todos los médicos. Dos días después de llegar a casa perdió el habla y a los cuatro, la capacidad de moverse. En la madrugada del pasado domingo falleció. Su compañero Abdelhadi nos explicaba horas después en su casa: “Últimamente tenía dificultades para respirar. Pero murió tranquilo, en su cama”.

Este es el drama que cargaba sobre sus espaldas el hombre ataviado con corbata verde a rayas que el 23 de abril de 2015, durante la lectura de su discurso, preguntó: “¿Cuántos lectores del Quijote conocen las estrecheces y miseria que padeció [Cervantes], su denegada solicitud de emigrar a América, sus negocios fracasados, estancia en la cárcel sevillana por deudas, difícil acomodo en el barrio malfamado del Rastro de Valladolid con su esposa, hija, hermana y sobrina en 1605, año de la Primera Parte de su novela, en los márgenes más promiscuos y bajos de la sociedad?”.

Goytisolo logró reparar, al menos, la injusticia social que padecieron todos los miembros y ancestros de su tribu, condenados a la pobreza y el analfabetismo. Hoy, Jalid ha concluido un ciclo de formación profesional, Rida estudia cine en Marrakech y Yunes ha terminado este mes en Francia una carrera de ingeniería.





UMA VIDA EXEMPLAR

 

sábado, 10 de junho de 2017

APELO AO PRESIDENTE DA REPÚBLICA




Porque hoje é Dia de Portugal, parece oportuno um apelo ao Presidente da República para a restituição das condecorações que foram retiradas recentemente a alguns cidadãos, condenados em tribunal por prática de crimes (há sempre a possibilidade, como a História ensina, de se cometerem erros judiciários!!!) passíveis de tal procedimento.

Porque os indíviduos em causa foram agraciados por altos serviços prestados à Pátria, esses serviços não desapareceram por quaisquer actos eventualmente praticados posteriormente. A VIDA NÃO ANDA PARA TRÁS.

Assim, a Lei das Ordens Honoríficas carece de legitimidade e impõe-se a sua rápida revisão em nome dos superiores interesses nacionais.

Compete ao Supremo Magistrado da Nação, como Grão-Mestre das Ordens Honoríficas Portuguesas,  desencadear os mecanismos necessários à reposição da legalidade democrática, acompanhado nesse acto pela Assembleia da República e pelo Governo.